19 de noviembre de 2010

[Cuento] El Holocausto Zombie



Era una noche oscura, no se podía ver nada en las calles mientras que los ladridos de los perros rompían el silencio. De pronto un fuerte golpe lo despertó de su sueño, alguien golpeaba la puerta  de su cuarto constantemente de manera continua mas no energética; un gemido acompañaba los golpes.

Extrañado se levanto sin saber quien puede molestar a esa hora, tenia que trabajar al dia siguiente muy temprano y no estaba para esos chistes. Se acerco a la puerta:
- ¿Quien es? -preguntó
Pero la unica respuesta que recibió fue el gemido que había escuchado antes. Nuevamente pregunto:
- ¿Quien esta ahí?
La respuesta fue la misma, el gemido. Extrañado de que suceda eso en su cuarto puso la cadena y abrió lentamente la puerta para ver quien era, de pronto la puerta fue golpeada fuertemente mientras unos brazos trataban de agarrarlo en el suelo, solamente eran detenidos por la pequeña cadena de la puerta pero no aguantarían para siempre.

Asustado se alejo rápidamente de la puerta, no sabia lo que estaba sucediendo. Recordó el martillo que tenía de entre las herramientas, buscó el estuche y lo saco para defenderse. Justo en ese momento la débil cadena cedió y entro al cuarto un cuerpo oscuro en busca de su presa, él se asusto mucho y empezó a gritar al ver los dientes abrirse en frente de su cara e instintivamente dio un golpe en la cabeza de su atacante destrozándola con el martillo. La sangre empezó a gotear de la cabeza a su mejilla y corrió por un costado, su atacante cayó inerte a un costado con sus dientes y ojos abiertos hacia el.

Asustado corrió a prender la luz, empezó a gritar al reconocer a su vecino de cuarto tirado en el suelo muerto con la cabeza destrozada, del golpe de martillo que le dio, con un aspecto distinto y raro ya había leído sobre eso... su vecino era un zombie!. Lo que tanto había leído, escrito y visto por internet estaba al frente suyo inerte. Por un momento se descontroló, no sabía que hacer, entendía y no entendía lo que sucedía. Sabía que debía actuar rápido pero no podía moverse, no podía actuar, tantas horas de lectura no estaban resultando.
- ¿Que paso? ¿Por que me atacaste? ¿Es que todo lo que leí era verdad e iba a pasar?


De pronto escucho otro gemido proveniente desde la penumbra de la puerta, su sangre se heló al pensar que sus demás vecinos ya estuvieran convirtiéndose se en zombies si es que no lo eran ya y tenían mucha hambre, hambre de él. De un salto cerró la puerta de su cuarto, agarro el martillo con las dos manos y se puso a pensar y recordar todo lo que sabía de zombies. No era que supiera mucho pero al menos lo básico de todas las películas de ciencia ficción que vio. De pronto se escuchó un grito en la calle, fue seguido de otro y de otro y un golpe en su puerta nuevamente, pero esta vez parecía no estar solo.

Rápidamente fue hacia la puerta para que no puedan abrirla, sea lo que sea que hubiera afuera aunque ya sabía, mientras pensaba que hacer. Su cuarto no tiene ventanas, solamente la puerta por donde entra y una "ventana" de vidrio grueso en el techo algo pequeña; aunque tal vez no pase lo intentaría. Botó el ropero al frente de la puerta para que no ceda, puso la silla debajo de la ventana y empezó a golpear los vidrios gruesos con el martillo hasta que pudo romperlos completamente. Pudo pasar a duras penas y con varios cortes a través de la abertura, una vez en el techo pudo ver la magnitud de todo... si como había leído estaba en un holocausto zombie y como es de costumbre no sabe como empezó todo.

Bajó con cuidado por uno de los costados de la casa y una vez en la calle vio a los zombies atacar a otras personas para quitarles las tripas y pedazos de carne para comérselos. Sabía que el tiempo es crucial por que aunque uno solo no es mucha amenaza en conjunto si lo son, mientras caminaba veía a los zombies agruparse a los costados de la calle en un momento uno se acerco por un costado, lo tomo por sorpresa y el en reacción le reventó el cráneo con el martillo que tenía en su mano. En el instante otro detrás suyo intentaba atacarlo y reaccionó de la misma manera. Empezó a correr hacia algún lugar seguro, aunque sabía que por ahora estar en movimiento era lo mejor.

Encontró la bicicleta de un niño, cuando la estaba levantando vio un poco mas allá a quien pudo haber sido su dueño comiéndose un perro, con las tripas y la sangre desparramada por la acera. Le dio asco lo que vio pero también pena, de un golpe certero con el martillo mató al niño y se fue con la bicicleta.
- Lo siento mucho, no deberían pasar estas cosas.
A medio camino encontró a un grupo más grande de zombies y venían por el, lo extraño era que estos zombies podían casi correr!. Dejó la bicicleta en el suelo y empezó a correr de ellos, a escapar por su vida. Algunos lo alcanzaron y a todos y cada uno le cayo un golpe certero con el martillo en la cabeza.

Los zombies lo persiguen pero sigue corriendo, en un momento lo rodean y no tiene a donde correr. Se acercan a el, se defiende, rompe varias cabezas, pero al final la cantidad de zombies lo sobrepasa y se abalanzan sobre el, lo atraparon...


Es un hospital mental a plena tarde, los cálidos rayos del sol de verano entran por las ventanas mientras un doctor mayor lleva de paseo al nuevo doctor. Mientras hablaban y bromean sobre los pacientes, ambos revisan sus tablas con los detalles de cada uno.
- El de la 11 sufre de esquizofrenia, es necesario tenerlo sedado casi todo el tiempo para que no cometa alguna "locura".
- Jaja
- El de la 12 es muy depresivo, se ha intentado suicidar varias veces desde que llegó. Por eso tenemos que tenerlo bajo vigilancia y nunca dejarlo "colgado".
- Jaja
- El de la 13 es un caso especial, sufre de alucinaciones fuertes y ha matado a mucha gente.
- ¿Que tipo de alucinaciones tiene? ¿Es peligroso?
- Cree que estamos en un mundo donde los zombies han matado a todos un holocausto zombie como lo llama, con esa idea mato a muchas personas incluyendo a un niño que jugaba con su perro.
- ¡Que terrible!
- Si es verdad, solo a un par de personas los reconoció como tales, pero cree que son sobrevivientes.
El nuevo doctor se acerca a la ventana del cuarto número 13 y observa atentamente al joven dentro.
- No parece peligroso en verdad, esta en un rincón sentado.
- Espera a que te vea y crea que eres un zombie, ahí si se pone peligroso.
El joven de adentro, sentado de cuclillas en un rincón del cuarto, mirando hacia la puerta repite constantemente:
- Debo salir, debo sobrevivir, el mundo acabo, los zombies estan por todos lados, debo mantenerme en movimiento, debo conseguir armas, debo conseguir comida, debo...


"Los monstruos son reales y los fantasmas también. Viven dentro nuestro. Y a veces, ellos ganan.”
Stephen King.

3 comentarios:

Ignuz dijo...

Esto está CON GANAS (o sea genial).

El final es inesperado y me hace pensar en que quizá haya gente que con tanto ver pelas o cómics de zombies empiece a ponerse paranoica por una potencial zombie outbreak.

De todos modos, ya decía que me parecía raro que alguien blandiera tan bien un martillo como para matar a varios zombies.

Salute.

Dinorider d'Andoandor dijo...

:D
qué bien!


ah, Stephen King me cae muy bien

Renato dijo...

@Ignus gracias! bueno eso sip xD mucho loco hay en el mundo

@Dino si es muy bueno y me encanta esta frase que tiene