- ¿Aun me quieres?
La pregunta me sorprendió, en especial viniendo de quien venía. Sí habíamos pasado hermosos momentos juntos, pero todo pertenece ya a mi pasado aunque nunca le deje de querer.
- Sí, te sigo queriendo por que significaste algo importante para mí...
No me dejo terminar por que se lanzo en busca de un beso cálido, el cual no podía darle, me aparte rápidamente de su lado para no provocar más el deseo que una vez hubo en mi.
- No hagas eso! Dejame decirte que sí aún te quiero pero lo nuestro ya fué, decidiste por quien que entró en nuestra relación y como veo fue solamente un capricho.
- Tienes razon, fué un capricho pero me he dado cuenta de que a quien realmente amo es a tí. A quien realmente deseo dedicar mi vida es a tí y por tí.
Reino el silencio por unos segundos que parecieron una eternidad .Mentalmente recordé todo aquello que deseaba decirle, que mi amor nunca había menguado, había deseado estar a su lado y muy en el fondo me hubiera encantado decir que sí.
- Lo que me dices me sorprende, más que todo por que fuiste quien pidio el tiempo para poder elegir pero nunca me dijiste que no me elegiste. Aun te quiero pero no te puedo decir que...
Nuevamente se hechó encima mío en busca de aquellos besos cálidos que alguna vez le brinde, que con tanto cariño y tanto amor le regalaba pero nunca supo valorarlos.
- ¡Te he dicho que no hagas eso! - Dije mientras de un empujón me alejaba nuevamente de su lado.
- Es que deseo estar contigo, que retomemos lo nuestro, que seamos felizes juntos.
Su mirada expresaba sinceridad en cada una de sus palabras, pero no podía confiar nuevamente.
- Lo siento, no. No quiero, no puedo y no debo. Ahora estoy con una nueva persona que corresponde a mi amor, que se preocupa por mí, llenó mi vida de detalles cuando el dolor me cubría, aquella persona que con paciencia y cariño reunió los pedazos de mi corazón y formó una nueva ilusión. Es verdad aún te quiero pero ya no te amo,a quien amo es a esta persona que esta a mi lado, quien se ha entregado a mí en cuerpo y alma al igual que yo mismo lo hize alguna vez.
Sus ojos demostraban una profunda tristeza y desolación, comprendía lo que decía y lo aceptaba pero al final no quería aceptar la realidad de que me perdió completamente al no sabes elegir bien su otra mitad. Se dió cuenta que quería recuperar lo irrecuperable, volver a sentir lo que el hielo cubrió con sus helados dedos y tener la seguridad que una vez tuvo a mi lado.
- Lo entiendo - Dijo solamente.
Recogió sus cosas sin una palabra, su silencio y su mirada me decían todo había caído a un abismo, aquel abismo en el cual estuve cuando no supo elegir a su mitad. Lentamente se acercó a la puerta, la abrió y me dió una última mirada.
Sus ojos me quisieron decir mucho, hacerme sentir que realmente sentía su decisión y se arrepentía pero no había ya vuelta atrás. Trató de decir algo pero no pudo, el nudo en su garganta evitó que las plabras pudieran salir para expresar su profundo dolor.
Salió y cerró la puerta tras de sí, pude sentir como empezaba a llorar al otro lado y me dió mucha pena pero ya nada podía hacer. Escuché cómo sus sollozos se perdían en la oscuridad de la noche mientras veía en el cielo a la luna brillar una vez más como la noche en que yo mismo lloré.
- Yo también lloré por tí, lloré por lo nuestro y lloré por que mataste lo más hermoso que hubo en mí. Pero ahora tengo otro amor, un amor que se preocupa también por mí, alguien que me engríe, que con paciencia supo conquistarme y no le puedo fallar... como tu me fallaste a mí.
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