Bueno aqui va mi primer intento serio de hacer un texto largo (el primero perdia un poco el sentido pero lo pondre igual... algún dia XD), es un cuento que tiene mas de 2000 palabras, asi que no se desanimen que cuando menos lo piensen ya habran terminado. ;)
Estaba en mi cuarto mirando al vacío cuando el celular empezó a sonar, había estado callado tanto tiempo... cuando lo tuve en mis manos y vi quien era me sorprendió mucho y una sonrisa se dibujo en mis labios.
- ¡Amor! ¿Qué ha sucedido? ¡No te veo ni me has llamado hace días!
Estaba feliz por poder escuchar su voz, siempre ha sido un apoyo para mí y no se por que siempre me daba tranquilidad. En la línea reinó el silencio por unos segundos y luego una voz que no reconocía respondió de una manera tal... estaba llena de ira.
- ¿Cómo pudiste hacerme esto? ¿Es que no te importo? ¿Alguna vez me amaste?
Sonaba terrible el odio en sus palabras, me pregunte de que hablaba... ¿Que había pasado?
- Lo que tengo ahora, esta furia no es por que tenga la cabeza caliente o sea odio... es por el dolor que siento, este vacío.
Será que le contaron algo que no era, debe ser que le contaron que me vieron con él. Me había encontrado con un viejo amor de mi juventud.
- ¿Qué ha sido de tu vida?
Me dijo tan alegremente como siempre ha sido.
- Aquí, no me mude de la ciudad como lo había planeado hace tanto tiempo...
- Te invito un café... para recordar viejos tiempos.
Así fuimos al café que me dijo que frecuentaba y le gustaba mucho, y lentamente pero en un segundo transcurrió toda la tarde. Entrando la noche llego finalmente el tema de la relación.
- Buenos días fueron aquellos ¿No?... hay algo que quisiera decirte...
- ¿Qué cosa?
- Después de tanto tiempo me doy cuenta de todo lo que vales... de lo que fuimos nosotros... me doy cuenta de que aún te quiero...
Lo que me dijo me impactó un poco, no lo esperaba. El silencio se apoderó de la situación, nos quedamos mirándonos mutuamente en aquel café y finalmente se dio. Nos besamos por un instante pero rápidamente me separe de é y empecé a agarrar mis cosas.
- Lo que pasó entre tú y yo hace años fue lindo, lo sé. Pero es el pasado, ahora tengo a un hombre maravilloso a mi lado, lo amo con todo mi corazón y ya es hora de irme. Es tarde y tengo que ir a verlo.
No dejé que respondiera y me fui de ahí rápidamente en busca de mi amor... necesitaba verlo y contarle lo que sucedió. Pero no lo encontré en su trabajo, me dijeron que había salido temprano hoy a buscarme. No escuche nada más de él hasta ahora, no lo encontraba.
- ...
- Pero amor... no es como tú piensas...
Pero fue inútil, la llamada había sido cortada por el otro lado de la línea, traté de llamarlo pero un sonido monótono y constante era lo único que recibía como respuesta.
A la noche siguiente después de tanto insistir sin respuesta alguna a mis llamadas mi celular sonó otra vez, era él.
- Amor siento lo de ayer... creo que me excedí... por favor siempre piensa en mí y perdóname... te amo.
No pude decir nada ya que un fuerte ruido aplacó mi voz, era como el de una pequeña explosión.
- ¿Amor?... ¿Amor?
No obtenía respuesta, la conexión seguía continua pero no había comunicación, me preocupé mucho, no sabía que hacer.
- ¿Amor?... ¿¡Amor!?... ¿¿¡¡Amor!!??... ¿¿¿¡¡¡AMOR!!!???
Aquel día en la mañana había salido como cualquier otro hacia mí trabajo, pero este sería un día diferente. Mi trabajo fue el de siempre, monótono y aburrido, loas presiones de siempre pero aumentadas por los problemas que había en la compañía, lo bueno es que había pedido permiso para salir un poco antes hoy, aunque a cambio me hicieron quedarme el doble del tiempo para pagar estas dos horas de permiso, pero valía a pena. Cuando estaba de salida marcando mi tarjeta electrónica el guardia de turno me vio y comentó.
- Hoy es el gran día, ¿No?
- Si hoy por fin le propondré matrimonio... he arreglado hasta el más mínimo detalle.
- ¡Que bien!
No me era de extrañar que lo supiera ya que todos mis compañeros del trabajo lo sabían, sabían lo enamorado que estaba.
- ¿Y tienes ahí el anillo? ¿Puedo verlo?
- No, no lo tengo pero voy a ir a recogerlo ahora al café de un amigo que me lo trae del extranjero... es realmente hermoso y me ha costado un dineral y tiempo conseguirlo.
- Se nota que eres un hombre enamorado ¡Qué bien que exista este amor desinteresado entre un hombre y una mujer en estas épocas! ¡Realmente te envidio!
- Gracias hombre pero me voy es tarde y quiero sorprenderla cuando este llegando a su casa para ir a cenar al lugar que nos encanta esta noche, bajo la luna llena el volcán se ve hermoso, más aún en estas fechas que extrañamente esa con el pico nevado, parece que Dios desea que todo salga bien... será perfecto.
- Realmente hombre estás enamorado y ¡De que manera!
Dicho esto me despedí de él y me fui en mi carro al café de mi amigo. Como era casi al otro lado de la ciudad me demoré un poco pero llegue al fin. Había una cochera justo al frente y ahí guardé mi carro. Cuando salía de la cochera vi en el café algo que me dejó helado. Ahí estaba ella y con un hombre, él era bien parecido, bien vestido y calcule que sería un poco más joven que yo. Se estaban riendo y ahora se veían fijamente.
- No puede ser... a la mejor es un amigo suyo... no...
Mientras veía lo que sucedía una lágrima salió desde el fondo de mi alma y fue a parar al vacío. Se estaban besando y yo mirando desde la oscuridad como un ladrón. No pude resistir más, me di la vuelta y fui hacia mi carro. En el camino pude sentir como mi corazón se rompía a pedazos. El odio inundó mi ser y la tristeza mi alma. No sabía que hacer, manejaba como un endemoniado. La policía me paro y yo le rompí la nariz y varios huesos a golpes cuando estuvo cerca de mí.
Pasé por una licorería y compre todas las botellas de licor que mi cuenta bancaria pudo aguantar. Cuando salí había otro policía cerca de mi carro revisándolo, tomé un taxi a mi departamento.
Durante muchos días y noches estuve bebiendo el dolor de mi alma, trataba de ahogar mis penas pero siempre aparecían mas y los fantasmas de la ira reían a mi alrededor. Hasta que finalmente todo el licor se había acabado en mi cuerpo y en mi departamento. ¿Cuántos días estuve así? No lo sé, pero cuando me desperté era de noche, sólo se me ocurrió llamarla
- ¡Amor! ¿Qué ha sucedido? ¡No te veo ni me has llamado hace días!
La palabra que dijo apenas contesto me dio cólera y a la vez tristeza, ¿amor? Menuda palabra para referirse a mi.
- ¿Cómo pudiste hacerme esto? ¿Es que no te importo? ¿Alguna vez me amaste?
La furia se podía sentir en mis palabras y en mi voz, entonces continué.
- Lo que tengo ahora, esta furia no es por que tenga la cabeza caliente o sea odio... es por el dolor que siento, este vacío.
Luego hubo un silencio, lo que decía era verdad. En mí había un profundo dolor por su traición.
- Yo doy todo por ti, me dices “salta” y yo pregunto “¿Cuan alto?”. Me piden la vida para salvar la tuya y yo pregunto “¿Cómo la quieres?”.
Recordé aquellas palabras que dije hace tanto tiempo atrás. Al recordar mi tristeza, mi dolor y odio aumentó más aún. Corte la llamada para poder hacer otra más importante, la que me llevaría a donde estoy ahora. Llamé a mi amigo dueño del café disculpándome por no haber recogido el anillo y le pregunté si conocía a aquel hombre que estuvo con ella.
- Si, es un cliente continuo aquí, si quieres hablar con el ven mañana, estará aquí a eso de las 5 de la tarde.
- Gracias, mañana iré.
Después de colgar, el teléfono empezó a sonar una y otra vez, pero no le hice caso y lo lancé al sillón. Habían cosas más importantes en que pensar.
Al día siguiente a las 5 en punto fui al café, salude a mi amigo y conversamos unos minutos.
- Ah! Si aquí esta el anillo que me pediste...
No esperaba que recordara aún el anillo, cuando lo vi fue como una cuchillada en el corazón, recordando lo sucedido.
- ¿Y cuando es la boda? ¿Me invitarás?
- Si...
- Ahí esta, acaba de entrar.
En buen momento me interrumpió, vi como aquel hombre de esa noche entraba por la puerta y se sentaba en la misma mesa de aquella vez.
- Gracias hombre, ya nos vemos pronto.
Le dije sonriente y me acerqué a aquella mesa. Me senté en la silla de enfrente.
- Hola, soy un amigo y quisiera hablar contigo.
- Disculpe no lo conozco, su nombre es...
- Mi nombre no es importante en este momento, si no lo que vine a hablar con usted.
- Discúlpeme no se quien es usted y no se quiere presentar, entonces no tengo nada que hablar con usted.
- Mire “amigo” hablará ahora conmigo... iremos a un sitio más privado para nuestra charla.
Cuando dije esto le hice sentir en la pierna la pistola que había tenido en el bolsillo y ahora estaba en mi mano. Él entendió lo que sucedía, lo sabia por la cara que había puesto y el revólver en su pierna. Pagó el café y nos subimos a su carro. Trato de hablar conmigo una vez adentro los dos pero con un golpe de la culata en el estómago lo callé en un momento. Resignado prendió el carro y empezó a manejar. Lo llevé a mi departamento y entramos sólo los dos en él. Cuando abrió la puerta con mi llave vio todas las botellas tordas en el piso, entró tratando de no caerse pero en medio de la sala se tropezó con una cayendo sobre la mesita de vidrio de centro que tanto me gustaba, la había comprado por ella. Eso me dio tanta rabia que lo golpeé en la cara una y otra vez con la culata del arma. Un momento después me cansé de golpearlo; me paré frente a él, estaba ensangrentado y yo manchado con su sangre.
- Mira maldito, aquí acabó todo... me quitaste lo que mas amo... ahora yo te quito también algo muy preciado.
Cuando terminé apunte hacia él y jale el gatillo del arma. Un fuerte sonido inundó el cuarto y su cuerpo inerte y ensangrentado cayó frente a mí.
En ese momento como que salí de un trance en el que estuve en el que había estado y me di cuenta de lo que había hecho. No lo podía creer, había matado a un hombre y sin misericordia ni haber podido escuchar lo que me pudo haber dicho, me sentía terrible. Agarré mi celular que estaba tirado en el sillón donde lo dejé el día anterior y vi muchas llamadas perdidas, eran de ella. La llame.
- Amor siento lo de ayer... creo que me excedí... por favor siempre piensa en mí y perdóname... te amo.
Y dicho esto puse el arma bajo mi garganta y jalé el gatillo. No morí en el instante y pude escuchar como ella me llamaba en el celular.
- ¿Amor?... ¿Amor?
Amor... ¡Qué menuda palabra!. Siento como la vida me deja mientras ella me llama en busca de mi.
Entre otras noticias el día de ayer 29 de Mayo ocurrió un terrible asesinato en nuestra ciudad. Los hechos se dieron cuando Ricardo Trillo de la Rua de 30 años de edad secuestro a un conocido empresario, Alberto Bustamante Torres de 27 años, en un conocido bar de la ciudad llevándolo según testigos a su domicilio ubicado en la Av. Cayma º305 departamento 3, dándole una terrible golpiza primero con un arma y luego poniéndole fin a su vida. Seguidamente se quitó la suya, el arma homicida usada fue una pistola Beretta. Los hechos ocurrieron a las 19:00 horas de la noche de ayer, este hecho a dejado a la policía perpleja ya que el asesino era un respetable miembro de la comunidad y las personas que lo conocían hablan de el como “ejemplar”. Según las investigaciones el asesino dejó una nota en la cual decía: “Perdóname por lo que hice... aquí dejo lo mas importante de mí. Ricardo” y junto a la nota se encontró un anillo de compromiso que según se sabe sería para su prometida. Pasando ahora a los deportes.....
2 comentarios:
Esta interesante el cuento largo jaja, y la manera como la relatas, a mi tambien me gustaba escribir, solo que deje de hacerlo por motivos "viciosos" que tu ya conoces jeje, pero creo que retomaré eso de escribir, te deseo suerte en tu libro!
jej gracias XD bueno en verdad esta es mi segundo intento pero el primero ya te imaginaras que fue un fracaso... tal vez algun dia lo ponga aqui :P
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